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jueves, 12 de febrero de 2009

12/2/2009


Cuando era chica tenia un anotador donde ponia todos mis pensamientos acerca de la gente, sin restricciones de ningun tipo de nivel moral. Eran muy buenas epocas, porque mi mente descansaba en paz.

Seria bueno volver a implementarlo en cuanto deje de importar las entradas a Facebook.

Por lo pronto el estereotipo de telemarketer yace ante mis oidos, la freakin jefa Samanta.

Habla de cosas que todo el mundo sabe y son obvias, cuenta experiencias aumentadas al 200%, se hace la que vivio toda una vida, se cree que sus consejos valen oro para los que los reciben y encima tiene una voz que aturde hasta el que no quiere escuchar. Gorda, habla todo el dia de comida con su pelo feo lleno de reflejitos, seguro mas caros de lo que parecen y unos anteojos de obra social. La ropa, siempre la misma, de vestir y toda negra.

Hay muchos que viajaron por todo el mundo y siguen trabajando por aca (evidentemente con problemas para priorizar) cuentan historias que a nadie le interesan.

Hoy la gente no me molesta solamente, directamente me irrita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es patetica tu opinion de las cosas y tu persona.Tu omnipotencia (si es que entendes la palabra) llega al cielo piba.

Anónimo dijo...

Asi como con todos los medios de comunmicacion masivos, al que no le gusta no consume.